Hola queridos lectores, les traigo el segundo capitulo de mi pequeña historia.
M.M
CAPITULO 2:
Steve:
Estaba en la barra de bebidas tomando un
trago cuando siento una mano posarse en
mi hombro por encima de mi chaqueta negra.
-
Oye ¿te gustaría bailar?
Mira a la dueña de la mano, tenia el cabello de
un color rojo vivo, una piel bronceada y un ajustado vestido negro de gran
escote que dejaba poco para la imaginación.
-
No gracias- y era verdad, no estaba
de humor.
-
Vamos que no te hará daño, solo será
un pequeño baile- repite masajeando mi brazo
-
Que no, pero gracias, porque no le
preguntas a ese tipo de la esquina- se volteo y supe lo que vio, un tipo que se
desde hace rato la veía desde lejos al cual esperara que le hiciera caso.
-
Bueno, tú te lo pierdes- y se fue.
-
No crees que fuiste un poco duro –
dice Marcus acercándose, traía un esmoquin para la ocasión.
¿No les dije? Nos encontramos en la mansión de
Cade Mackenzie, un gran director de cine que me ha tenido en la mira desde hace
unos meses para una película. Algo sobre un ladrón adolescente que escapa de la
policía. Por eso estoy aquí, Erik dice que seria gran publicidad para la banda
y una forma de hacerme mas famoso, además, no estaría de mas el pago.
-
Si, tal vez lo fui, pero ella no me
dejaba solo
-
Escucha, se como son ese tipo de
chicas y créeme que son como un dolor en el trasero pero no hay razón para
responder de esa forma
-
Si, lo que sea – dije restándole
importancia a sus palabras
-
De acuerdo… dime
-
¿Qué cosa?- y es verdad, no sabia a
que se refería el.
-
Lo que te molesta, ¿Qué es?
-
No sé de que me hablas
-
No trates de esconderlo, Parker,
escúpelo, que de una u otra forma me dirás, sabes que ocultas algo, desde que
llegaste al estudio has estado mas de mal humor que de costumbre.
-
Yo malhumorado, no es cierto, nunca
estoy malhumorado- ¿malhumorado yo?
-
Si, si lo estas, y ahora mas que
nunca, pregúntale a cualquiera y te dirá lo mismo que yo…ocultas algo.
-
Si, y…todos ocultan algo, hasta tu –
suelto perdiendo los estribos
-
No digo que sea libre de culpas,
pero esto te esta afectando amigo…y mucho, nunca te había visto así – dice con
una expresión de confusión en su rostro – y si se me permite adivinar…es una
chica, solo una gran chica podría dejar al gran Steve Parker al borde de la
locura.
¿Cómo
diab…?
-
No, no se te permite adivinar, y si
no te importa…preferiría estar solo- respondí dándole un trago a mi copa.
-
Lo que tú digas… Pero en mi humilde
opinión, deberías desahogarte, funciona…créeme – y dicho esto, se fue
Las voces alrededor se vuelven un suave murmullo
y mis pensamientos se dirigen a donde siempre desde esta mañana. A la chica del
metro.
¿Por qué no puedo dejar de pensar en ella?
Todo lo que hago es ver su rostro y pensar en su
beso, en como se sentía su cuerpo contra el mio, en la chispa de sus ojos y la
razón por la que se alejó de esa forma.
Este decidido, necesito distraerme.
30 min. Después
Hasta el momento no he podido distraer mi mente,
intente coquetear con algunas chicas en la fiesta, pero siempre terminaba
pensando en que tan distinta era mi chica del metro a las que tenia frente a
mi.
Ella no era tan delgada como ellas, pero debajo
de esa ropa que llevaba pude observar que tenia curvas, curvas muy difíciles de
ocultar si me lo preguntan.
Además, no me hizo ojitos, ni puso su mano en mi
hombro, ni empezó a reírse como si un maldito silbato se le hubiera atorado en
la garganta.
No…ella solo me ayudo y se fue. Puede que no
supiera quien soy, pero estuvo dispuesta a besar a un desconocido con tal de
ayudarlo. Pero lo que mas me asombro, fue que rechazo una cita de mi. Nunca me
habían puesto en mi lugar y me preguntaba porque me dijo que no.
¿Soy feo? Que pregunta más tontas, no soy un
adonis en vida, pero no estoy tan mal.
Incluso me sorprendí preguntándoles a las chicas con las que
estaba coqueteando una razón por la que me rechazarían, y ellas solo me miraron
y se echaron a reír, desciendo que quien lo haya hecho era una tonta.
Si… una tonta, o la persona mas misteriosa del
planeta.
Una mesera pasa a mi lado y me ofrece otra copa
de champagne, al parecer me he acabado la última.
Espera, la reconozco.
Es la chica.
No cualquier chica, la del metro
Esta frente a mí.
Vestida con un traje de camarera de falda negra,
camisa blanca y mocasines del mismo
color. Su cabello negro azabache esta peinado en un estricto moño, su piel es
de porcelana y su mirada se mantiene fría en todo momento, por un instante no
puedo creer que sea la misma chica de hace unas horas, pero un pequeño brillo
en sus ojos me confirma no estoy enloqueciendo, es ella.
-
¿Cómo te llamas? – solté de repente
Silencio
-
Te pregunte como te llamas- dije un
poco mas alto pensando que no me había escuchado.
Más silencio
-
Podrías ser tan amable de
responderme
-
Lo siento, no tenemos permitido
hablar con los invitados, si me disculpa debo seguir con mi ronda - y se dio la
vuelta para irse. Logre tomarla del brazo y su bandeja de bebidas estuvo a
punto de ser derramada por el suelo, por suerte su gran equilibrio nos evito el
desastre.
-
No te acuerdas de mi? Soy el chico
que salvaste esta mañana de una multitud de adolescentes gritonas.
-
Lo siento señor, no lo había visto
en mi vida - ¿Qué?
-
¿En serio? Porque estoy segura que
hace apenas unas horas me estabas besando en el túnel del metro.
-
Mis disculpas, debe haberme
confundido, lo lamento – y antes d que pudiera decir otra palabra o alguna
frase coherente, se fue, igual que en el metro.
Maldición.
Esta
chica es exasperante
La sigo entre el mar de gente, pero es rápida y
escurridiza, intento llegar a ella, pero de ultimo momento alguien choca
conmigo y derrama su bebida en mi.
Me detengo por un momento, pero fue suficiente
para ella pues para cuando logre recuperarme, se había ido, desaparecido,
tragada por la tierra, solo…puf.
Desapareció tal y como había llegado.
No puede ser, no puede ser.
Y dos veces en un día, increíble, esto no puede
estar pasando, no a mi. Pero no me rendiré tan fácil, la seguiré buscando.
Cueste lo que cueste.
Selene:
Esto no puede ser, esto no puede ser.
Sé que no soy la mejor persona de este mundo
Dios, pero si me estas escuchando ¿Por
qué a mi?
Dos veces, dos veces me he encontrado al mismo
tipo y en un mismo día… ¿cuantas probabilidades hay de eso?
Hay gente que se enamora a primera vista y desea
volver a ver a esa persona lo más pronto posible aunque la tengan que buscar al
otro lado del mundo. Lo admito, el chico es jodidamente sexy, pero no quería
volver a verlo. No quería volver a ver a aquel que me dio mi primer beso.
Si…se lo que están pensando ¿Qué adolescente de
17 años en su santo juicio no a dado su primer beso? Pues tienen la respuesta,
yo.
Digamos que… mi trabajo me mantiene ocupada.
Y esto podría ponerse feo, se supone que nunca
lo volvería a ver, que solo lo ayudaría y listo, puf, seria como si nunca lo
hubiera conocido.
Lo cual es verdad porque ni siquiera se su
jodido nombre, solo sé que es un hombre, de cabello castaño, como de mi edad y
unos brazos….
Pero ahora era un problema.
Mi problema.
Si EL lograba enterarse, seria malo. Muy malo.
No puedo tener a más gente involucrada.
No puedo cargar con más culpa.
Mi conciencia no es tan fuerte.